17 de enero de 2015

Día 2

La gente nunca cambia...

Creí que el ser alguien bueno, el ser alguien justo me ayudaría a ser feliz a estar bien con el mundo, con mi mundo. Los medios nos enseñan que el ser bondadoso es quien al final gana pero la historia siempre nos ha demostrado que el bueno es el que en el fin resulta victorioso y así automaticamente sus pecados quedan perdonados sin importar lo que hizo, sin importar como vivió.

En el mundo real el bueno nunca gana, el justo es quien más sufre y el malo es quien se lleva la gloria.

¿Cómo puedo volver a ser alguien malo? Estaba enojado, lleno de odio y mi forma "mala" de ser era un grito desesperado por un abrazo, por que alguien me dijiera que todo estaría bien... y eso no sucedió. En mi inmensa ignorancia asumí que si estaba solo es porque yo mismo lo había provocado al ser tan hostil y agresivo con la gente. Tenía que cambiar, buscar lo que no había obtenido de la forma contraria a como no lo había conseguido pero tiempo después lo único que he obtenido es el estar harto de nunca ganar y el odiarme por siempre fallar al hacer lo correcto.

Nunca he creido en el destino pero después de tantos intentos se que algunas cosas no se pueden impedir y esencialmente, que lo único que no puede cambiar es la humanidad. En parte eso me tranquiliza ya que implica que yo nunca he cambiado y hasta este punto prefiero ser aquel ser despreciable que siempre obtenía lo que quería a ese bondadoso mediocre.

"Prefiero morir que respirar en mi vergüenza."

Al final, todos viven para uno mismo y aún así, la mayoria nos esforzamos para compartir nuestra vida con alguien más, es nuestra naturaleza biológica y emocional. No nos damos cuenta que en realidad vivimos solos, no hay una extensión nuestra más haya de nuestra mente y nuestro cuerpo o tal vez y solo tal vez, muy en el fondo lo sabemos y por eso esperamos por alguien quien nos quite esa soledad pero nunca cambiamos, nunca dejamos el ego y asi mismo ese alguien nunca cambia y nunca deja el egoismo. Probablemente lo único justo es lo obvio, vivir para uno mismo y no más.

7 de noviembre de 2014

Día 1

No sé porque estoy haciendo esto y tampoco sé si alguien lo leerá, esto solo es una acción desesperada, tal vez una forma de ayudarme a mi mismo...

¿Existe la justicia en realidad? Los otros animales a nuestro alrededor nos muestran que la mayoria de los conceptos creados por el humano, solo existen en el humano y no más. He aprendido que la vida, la naturaleza y el universo no son justos ni injustos, los sucesos suceden como lo que son; una simple reacción interminable de un suceso indetenible. Pero aún así, el humano es consciente y se empeña tanto en tener el control sobre esos sucesos tanto que la única injusticia posible en este mundo, es creada por toda la gente y aún así nos preguntamos "Qué hice para merecer esto" como si en realidad existiera un equilibrio y reciprocidad en la vida.

Y hablando de tal... He aprendido que en esta vida o eres el juez, o eres el castigado.

¿Qué hice para merecer esto? Siempre he creido que lo bueno no lo merezco y lo malo es lo único que me espera en esta vida. Si pienso en la moral humana, hasta este punto no he hecho algo como para merecer lo que he recibido, tanto lo bueno como lo malo y si me esforzara un poco más, nada cambiaría. El curso de la vida hará conmigo lo que me tenga preparado y probablemente así es la forma en la que funciona la vida.
¿Pero quién soy? el juez o el castigado. Me considero el castigado y me castigo por ello, pero después de tanto autocastigo y que por primera vez muy en el fondo estoy sintiendo que no merezco la injusticia... comienzo a creer que ya no puedo ser el castigado, debo ser algo más que el juez.

Soy yo el único que puede darme justicia en mi vida, no puedo esperar a un acto divino o a que alguien más lo haga por mí... Si tan solo no fuera tan débil.